¿Acaba de llegar un gato a tu casa? Si es así, vas a querer lo mejor para él y seguro que ya te estás informando sobre la alimentación y los cuidados básicos que demandan estos animales. Pero, ¿has oído hablar de castrar o esterilizar a tu gato? Aunque son conceptos que pueden parecer iguales, en los gatos tienen algunas diferencias, dependiendo de si se conservan los órganos reproductores o no. Además, la castración o esterilización influirá en la salud y bienestar físico y emocional del gato, así como en su comportamiento en el futuro. Por eso, conocer las diferencias entre castrar o esterilizar es importante.
A continuación, te lo explicamos con detalle y te contamos también cuál es la alimentación adecuada para tu gato después de castrar o esterilizar.
¿En qué se diferencia la castración de la esterilización?
Las gatas son animales muy prolíficos, que entran en celo varias veces al año y pueden llegar a tener un elevado número de crías. Por eso, el objetivo principal para someter a tu gato a estas intervenciones es para eliminar su capacidad reproductora, es decir, impedir que los gatos tengan descendencia.
Sin embargo, castrar o esterilizar también puede evitar que, en el futuro, tu gato contraiga enfermedades relacionadas directamente con las hormonas sexuales, como es el caso de los tumores mamarios. La aparición de dichos tumores en hembras no esterilizadas supone una incidencia del 12%, tal y como cita el artículo Carcinoma tubulopapilar de glándula mamaria en un felino: reporte de caso.
Pero ¿es lo mismo castrar o esterilizar? A pesar de que ambos conceptos se utilizan como sinónimos, los procedimientos de cada cirugía son distintos así como también los efectos que provoca en el animal. Por lo tanto, hay que resaltar las diferencias que existen entre una cirugía y otra.
Por un lado, la castración consiste en extirpar los órganos sexuales: los ovarios en el caso de las hembras y los testículos, si nos referimos a los machos. En este último caso, esta cirugía se llama orquiectomía, mientras que en el caso de las gatas, hablaremos de una ovariectomía. En ocasiones, los veterinarios deciden extraer también el útero, practicando lo que se denomina como ovariohisterectomía.
Por otra parte, en el caso de la esterilización, al gato macho no se le retiran los testículos, sino que se realiza un corte en el conducto deferente para evitar que los espermatozoides puedan salir al exterior. El nombre de esta técnica es vasectomía. En el caso de la hembra, este procedimiento consiste en cortar y ligar las trompas de Falopio para que, así, los espermatozoides no puedan entrar y alcanzar el ovocito, impidiendo la fecundación. Dicha cirugía se denomina ligadura de trompas.
Por tanto, la diferencia que existe entre castrar y esterilizar es que, en el primer caso, su organismo ya no producirá hormonas sexuales mientras que, en el segundo, mantendrá sus hormonas sexuales con la excepción de no poder reproducirse.
Es importante que sepas que al conservar sus órganos reproductivos intactos y seguir produciendo hormonas, la esterilización no provoca cambios en el comportamiento del felino e, incluso, seguirá entrando en celo, aunque no podrá tener crías. Esto es muy diferente a la castración, en la que no se produce el celo y no tendrá alteraciones del comportamiento, como son la necesidad de marcar con orina, ni de escaparse y de pelear con otros gatos, como suele suceder con los machos.
¿Qué es mejor para mi gato, esterilizar o castrar?
Lo cierto es que no hay una respuesta unánime para determinar si es mejor castrar o esterilizar porque esto dependerá de las ventajas e inconvenientes que esto pueda suponer para cada animal. No obstante, se debe tomar esta decisión siempre siguiendo los consejos del veterinario, debido a que hay gatos para los cuales se recomienda la castración y otros para los que se aconseja la esterilización.
En un inicio, castrar a una gata hembra le ayudará a prevenir enfermedades en su aparato reproductor influidas por las hormonas sexuales, como la piometra o infecciones del útero, además del tumor de útero, ovarios y mama. En el macho, evitará padecer problemas de próstata y tumores a nivel testicular. Además, el gato macho castrado, al liberar menos testosterona, será menos agresivo.
Sin embargo, puede haber casos en los cuales la castración no sea la mejor opción. Por ejemplo, cuando la hembra es dominante. Pues, al contrario que en el macho, al suprimir sus estrógenos, puede incrementar más el comportamiento agresivo.
Por último, castrar también puede ser contraproducente en gatos que tienen hipotiroidismo o que sufren de obesidad, lo que puede provocar incontinencia urinaria. Así que si tu gato se encuentra en una de estas situaciones, será preferible decantarse por la esterilización.
¿Cambia el comportamiento de mi gato si lo esterilizo o lo castro?
Tal y como hemos visto, la esterilización no modifica el comportamiento del gato, porque su cuerpo sigue produciendo hormonas. Sin embargo, la castración sí lo hace. No obstante, esto no es una regla absoluta y hay animales que, después de ser castrados o esterilizados, no muestran cambios de comportamientos.
¿Cuál es la mejor alimentación para mi gato esterilizado?
Los gatos esterilizados se ponen muy nerviosos cuando entran en celo, lo que provoca que tengan una actividad muy intensa. Esto no ocurre en el gato castrado, que se vuelve mucho más inactivo y sedentario. Por eso, las necesidades nutricionales de tu gato serán diferentes.
Los gatos esterilizados necesitan alimentos especializados para evitar que tiendan a engordar, además de darles una vida activa con ejercicio. A partir de ahora tendrás que proporcionarle a tu gato alimentos naturales ricos en ingredientes naturales —como el pavo, el pollo y el salmón, combinado con frutas y verduras.
Nuestro objetivo es que tu gato coma de la manera más natural posible. En Nature’s Variety contamos con una gran variedad de recetas adaptadas para los gatos esterilizados, elaborados con ingredientes naturales, para cuidar de su salud y a la vez presentar un surtido apetecible. Te ofrecemos alimentos donde el ingrediente principal de la receta es la carne deshuesada, como el Healthy No Grain Adulto Esterilizado (de pavo o salmón) y No Grain Adulto Esterilizado (de salmón noruego o pollo campero).
En conclusión, independientemente de la decisión que tomes sobre castrar o esterilizar a tu gato, nosotros nos encargaremos de proporcionarle una buena alimentación que, además de resultarle apetecible y sabrosa, cumpla sus necesidades nutricionales y ayude a que tenga la mejor calidad de vida posible.
Preguntas frecuentes sobre castrar o esterilizar
¿Qué es más caro castrar o esterilizar?
En general, esterilizar a un gato es más caro que castrar a un gato. Esto se debe a que la cirugía de esterilización es más compleja y requiere más tiempo.
¿Cuál es la diferencia entre castrar y esterilizar a un gato?
La principal diferencia entre castrar y esterilizar a un gato es que la castración implica la extirpación de los órganos sexuales, mientras que la esterilización implica la interrupción de la capacidad reproductiva del animal.
¿Qué es castrar y para qué sirve?
Castrar es una cirugía que se realiza en los animales de compañía para extirpar los órganos sexuales, ya sean los testículos en los machos o los ovarios y el útero en las hembras. Castrar tiene varios beneficios para los animales, como:
- Prevención de embarazos no deseados.
- Reducción del riesgo de enfermedades de transmisión sexual, como el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y la leucemia felina (FeLV).
- Reducción del riesgo de problemas de comportamiento, como la agresión y el marcaje con orina.
- Reducción del riesgo de enfermedades reproductivas, como el cáncer testicular y el cáncer de mama.
¿Qué es mejor esterilizar o castrar a un perro?
No hay una respuesta unánime para determinar si es mejor castrar o esterilizar porque esto dependerá de las ventajas e inconvenientes que esto pueda suponer para cada animal. No obstante, se debe tomar esta decisión siempre siguiendo los consejos del veterinario.
¿Cuál es el riesgo de esterilizar o castrar a un perro?
Esterilizar o castrar a un perro es una cirugía segura y rutinaria que se realiza con anestesia general. Sin embargo, como cualquier cirugía, conlleva algunos riesgos, como infección, sangrado y complicaciones de la anestesia.