
Tu gato tiene un oído muy fino, ¿lo sabías? Pero, para mantener la buena salud de su oído, es preciso que te involucres en la higiene de sus orejas. Debes saber que es una zona sensible para él por lo que deberás acometer la tarea de limpiar las orejas de tu gato con mucho cuidado. En este artículo te contamos cómo debes hacerlo —solo cuando te lo indique el veterinario— y por qué es necesario que revises el estado de las orejas de tu gato.
Los gatos pasan mucho tiempo acicalándose. Por lo general, ellos mismos se encargan de mantenerse limpios. Por eso, lo normal es que sus oídos permanezcan sanos y limpios. Aun así, conviene limpiar las orejas de tu gato de vez en cuando; especialmente si es un gatito pequeño, pasa mucho tiempo en la calle o ya es un gato mayor y no puede dedicar tanto esfuerzo a limpiarse el mismo.
Ahora bien, es probable que en ocasiones las orejas de tu gato estén más sucias de lo normal. Incluso podrían aparecerle costras que le pueden doler o picar. Son claros síntomas de un problema de salud auditiva. Uno de los más frecuentes es la otitis.
Ya sea por una enfermedad como la otitis o por cualquiera de las otras razones, si tienes que limpiar las orejas de tu gato lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario. Allí determinarán la causa de la suciedad auditiva y te recomendarán el producto adecuado para limpiar sus orejas. Si tu veterinario no te lo indica, no utilices un producto de limpieza ótica. Puedes eliminar la suciedad de las orejas de tu gato simplemente con una gasa limpia.
En cualquiera de los casos, te recomendamos que, desde que es un gatito, habitúes a tu gato a la manipulación. Si desde que es un cachorro se acostumbra a que lo cepilles, le cortes las uñas y lo inspecciones, resultará mucho más fácil en el futuro practicarle cualquier procedimiento. Por ejemplo, ¡limpiar sus orejas!
Como ves, limpiar las orejas de tu gato no es algo que debas hacer de forma habitual. Sin embargo, lo que sí es conveniente es que revises el estado del oído externo e interno del gato, para que, en caso de se pueda desarrollar una infección, puedas detectarlo a tiempo.
Te recomendamos que una vez a la semana revises las orejas de tu gato: