¿Te vas de vacaciones con tu gato? En este artículo te contamos algunos consejos que debes tener en cuenta si te llevas de viaje a tu gato.
¿Te vas de vacaciones con tu gato? En este artículo te contamos algunos consejos que debes tener en cuenta si te llevas de viaje a tu gato.
Cualquier familia necesita planificar sus vacaciones mínimamente antes de salir de casa. Sin embargo, una familia con un gato debe hacerlo con mucha más razón. Las vacaciones con el gato pueden ser un desastre si no se tienen en cuenta algunos factores.
Por ejemplo, hay que fijarse en la edad del gato, si se suele marear en los viajes, si el destino es adecuado, si el alojamiento es pet friendly, cuánto durará el viaje y las pausas que haremos durante el trayecto. Para que lo tengas en cuenta y planifiques unas maravillosas vacaciones con gato hemos preparado este artículo. Te recomendamos tenerlo en cuenta antes de empezar tus merecidas vacaciones.
5 CONSEJOS CON LOS QUE TUS VACACIONES CON GATO SERÁN UN ÉXITO
Tanto si estás pensando en escaparte a tu segunda vivienda en la costa o la montaña o si prefieres explorar nuevos destinos, debes preparar con anticipación tanto el trayecto como la estancia. De esta forma te anticipas a los posibles inconvenientes que puedas encontrar y podrás llevar contigo todo lo necesario para que tanto tu gato como tú disfrutéis de este periodo de descanso. Para orientarte, puedes seguir estos 5 consejos:
1. Elige muy bien el lugar adecuado
Por suerte, hoy por hoy cuentas con webs especializadas en destinos y alojamientos pet friendly que facilitan mucho las cosas a la hora de alojarse e, incluso, realizar actividades con tus animales de compañía.
Pregunta en el alojamiento antes de llegar algunas dudas. Por ejemplo, si puedes dejar a tu gato en la habitación mientras el resto de la familia salís a realizar alguna actividad. Otras pregunta útiles: ¿tienen áreas comunes en las que puede estar tu gato?, ¿el alojamiento se hace cargo de las posibles marcas de arañazos que pueda realizar tu gato? No te quedes con la duda.
2. Realiza una check listcon todo aquello que debes llevar contigo
Hay una serie de cosas que no se te pueden olvidar si sales de vacaciones con gato. Es buena idea hacer una check list que puedas comprobar antes de salir de casa. Toma nota:
- Transportín: plantéatelo como una minicaravana para tu gato. Si puedes poner un cojín y una pequeña caja de arena sería fantástico.
- Manta: lleva contigo su manta favorita, será muy útil para familiarizarlo rápidamente con el entorno.
- Comida, agua y comedero. Imprescindible para darle de comer una vez que hayáis llegado a vuestro destino. Es mejor no darle comida durante el trayecto, por si se marea. Eso sí, en las pausas, si viajáis en coche, dale agua.
- Cajón de arena. Puedes hacerte con uno para viajes en tu tienda favorita, te facilitará mucho la vida. También deberías llevar arena de repuesto.
- Juguetes. No es necesario que cargues con todos los juguetes de tu gato, pero sí lleva un par que sean especialmente importantes para él.
- Chip, cartilla sanitaria y pasaporte europeo. Es fundamental que, en caso de extravío, se pueda identificar a tu gato, para ello el chip es infalible. No olvides tampoco la cartilla médica y el pasaporte si viajas a un país de la UE.
- Salud. Antes de salir de casa, pasa por tu veterinario para que este pueda hacerle una revisión a tu gato. Infórmale del lugar al que vas de vacaciones con tu gato te avisará de cualquier precaución o vacuna que debas administrarle.
3. Viaja con tu gato: prepara el viaje y elige el transporte adecuado
Es probable que la forma más segura y sencilla de viajar con tu gato sea en tu propio vehículo. Viajar con tu gato en tu propio coche te permite realizar pausas y gestionar mejor el traslado. Sin embargo, también puedes viajar con tu gato en su transportín tanto en avión como en tren. En cualquiera de los medios de transporte, toma siempre algunas precauciones:
- Acostumbra a tu gato previamente y con un entrenamiento concreto a usar su transportín.
- Prepáralo para que le resulte cómodo a tu gato. Incluye una manta sobre la que pueda acostarse, algún juguete. No está de más rociar el interior del transportín con feromonas para ayudar a crear un ambiente tranquilo.
- Lleva un cajón de arena. Es buena idea si este de viaje y cabe en el transportín. También puedes fabricar uno con una caja de cartón. En caso de que no haya espacio para un cajón de arena, coloca un empapador en el suelo del transportín para que absorba el posible exceso de humedad.
- No le des comida antes del viaje. Así evitarás accidentes provocados por el mareo.
- Asegura muy bien el transportín en el coche. Si viajas en tren o en avión podrás llevarlo en el suelo entre tus pies.
- Si es posible, realiza paradas durante el trayecto. Si tu gato está acostumbrado a salir de paseo, le vendrá bien parar de vez en cuando y darse un vuelta.
- Cuando lleguéis a vuestro destino ofrécele algo de comer. Puede que al principio no le apetezca pero después de explorar el lugar y se haya habituado al nuevo entorno, comerá como de costumbre.
4. ¡Ya estamos en el destino!
Es una de las partes más emocionantes de las vacaciones, llegar al lugar en el que pasarás esos días de descanso. Para tu gato también es un momento importante porque debe habituarse al nuevo escenario.
Coloca sus cosas—transportín y otros enseres— en una habitación. El baño puede servirte para esta tarea. Deja que explore y asocie que sus cosas están ahí. El primer día no lo molestes mucho. Déjalo a su aire para que esté tranquilo. Verás que en poco tiempo se adaptará y empezará a curiosear por todas partes.
5. Cualquier precaución es poca
Como ya hemos apuntado, es imprescindible que tu gato tenga puesto un chip que ayude a identificarlo en caso de extravío. La Red Española de Identificación de Animales de Compañía —REIAC— cuenta con acceso a diferentes bases de datos. Gracias a ellas identificar a tu gato si se pierde será posible con un lector de chips.
Además del chip, puedes ponerle a tu gato un collar con una plaquita en la que figure su nombre y tu número de teléfono. Eso facilitaría la tarea en caso de no tener un lector de chips disponible en ese momento.
Como ves, cualquier precaución es poca. Insistimos en que la planificación es la clave, no dejes nada al azar cuando se trata de salir de vacaciones con tu gato. Así te aseguras de que todos disfrutáis de esos días.