Los gatos y los perros pueden ser buenos amigos, aunque es recomendable seguir algunas pautas para que el proceso de conocimiento mútuo sea satisfactorio. Si quieres saber cómo hacer que un gato acepte a un perro, este post te interesa. Te explicamos qué debes tener en cuenta, además de algunas estrategias para hacerlo más fácil.
ASPECTOS PREVIOS SOBRE CÓMO HACER QUE UN GATO ACEPTE A UN PERRO
Antes de plantearte cómo hacer que un gato acepte a un perro es importante tener en cuenta algunas circunstancias:
Socialización
El proceso de conocimiento mutuo está muy influenciado por el grado de socialización de los animales. En el caso de los gatos, el período de socialización tiene lugar entre las 2 y las 7 semanas de vida, mientras que en los perros ocurre entre las 3 y las 12 semanas de vida.
Por ello, si te preguntas cómo hacer que un gato acepte a un perro, debes saber que si el contacto con otros animales, de la misma o de otras especies, se produce durante estas etapas, la adaptación irá mejor.
Experiencia previa
Las experiencias vividas determinan las conductas, en todos los sentidos. Tanto las experiencias positivas como las negativas.
Edad
Ante la duda sobre cómo hacer que un gato acepte a un perro, es importante recordar que cuanto más joven sea tu gato, más fácil le será socializar y adaptarse a la convivencia con un perro.
Carácter
El carácter de los animales influye en el proceso de conocimiento. Su temperamento y su manera de ser influirán mucho en su manera de relacionarse. Por ejemplo, si tu perro es muy activo, puede estresar a tu gato, si es un poco tímido.
Necesidades propias
Es importante que los animales tengan cubiertas sus necesidades básicas. Esto les dará seguridad y tranquilidad para encarar el proceso de cocimiento, y les facilitará la adaptación.
CONSEJOS PARA HACER QUE UN GATO ACEPTE A UN PERRO
Observa
Prueba el grado de aceptación que tiene tu gato con los perros, y viceversa, llevando a tu gato a visitar algún perro acostumbrado a convivir con gatos, o a la inversa. Fíjate en sus reacciones, siempre controlando la situación para evitar sustos.
Al principio puede no haber una buena relación, y que más adelante establezcan buen vínculo.
No tengas prisa
Este es uno de los aspectos más importantes en la socialización. El proceso debe ser paulatino y sin forzar la situación. Dales tiempo para conocerse y acostumbrarse, en un ambiente controlado y seguro.
Ante todo, mucha calma
Los animales percibirán tu estrés si sientes nerviosismo ante la situación. Mantén un tono de voz tranquilo, y ofrece refuerzos positivos a ambos, como caricias o premios, cuando muestren aceptación mutua. La paciencia y no forzarlos a interaccionar es clave.
Supervisa las interacciones, hasta que compruebes que se toleran y la relación es segura.
Si crees que puede ser útil, usa feromonas sintéticas apaciguantes.
¿CÓMO ACTUAR SI EL NUEVO ES EL GATO?
Recuerda que para el nuevo miembro todo es nuevo, el perro, la casa, e incluso tu.
Primera ubicación: controlada y pequeña
Al llegar a casa, coloca su transportín en una habitación pequeña y deja cerca sus cosas; el bol de comida, el bol de agua, un lugar donde esconderse, su cama, etc.. Instala la caja de arena separada del comedero y el bebedero.
Deja abierta la puerta del transportín para que entre y salga cuando quiera. Que se acostumbre a ese espacio controlado y a tu presencia. Esta fase puede durar varios días.
Ampliación
Cuando lo veas preparado, deja que salga de la habitación e interaccione con el resto del entorno y con el perro. Eso sí, que tenga un lugar al que regresar para esconderse, si se siente amenazado.
Distribuye sus cosas
Recoloca sus cosas por la casa. Instala su caja de arena, comida y agua en algún lugar inaccesible para el perro. Así podrá satisfacer sus necesidades tranquilamente.
Educa a tu perro
Para mantener la situación controlada puede ser útil enseñar a tu perro órdenes básicas de obediencia.
¿CÓMO ACTUAR SI EL NUEVO ES EL PERRO?
En este caso, tu gato puede sentirse amenazado, por lo que al principio puede ayudar mantener al perro atado con la correa. Un largo paseo antes de la presentación mantendrá tranquilo a tu perro.
Zona restringida
Delimita un espacio para tu perro, por ejemplo con una barrera. De esta manera, tu gato podrá decidir a qué ritmo se acerca.
Ampliación
Cuando se toleren, puedes empezar con breves contactos, cada día más prolongados, siempre bajo control y con correa.
Distrae al perro
Ofrece a tu perro otros focos de atención distintos al gato, como juguetes, caricias, etc…
Si se estresan...
Ambos pueden estresarse, pero son más habituales los gatos estresados. En este caso, no temas interrumpir el proceso e intentarlo más tarde.
Si necesitas controlar una situación de agresividad, consulta un etólogo veterinario.
Ahora ya sabes cómo hacer que un gato acepte a un perro. Recuerda que necesitan tiempo para acostumbrarse el uno al otro. ¡Paciencia!