Cuando un cachorro llega a casa, toda la familia siente una gran emoción. Todo es nuevo y se presentan por delante muchos retos. En este artículo queremos compartir la alegría contigo, pero también algunos consejos sobre cómo cuidar un cachorro para que te prepares de todas las formas posibles para recibir al nuevo inquilino.
Despejaremos las dudas sobre qué debe comer, dónde dormirá, cuántas sesiones de juego necesita, cómo acostumbrarlo a las normas que establezcáis en casa, entre otras cuestiones. ¡Vamos a ello!
Antes de la llegada del cachorro, es de vital importancia asegurarse de que en casa no encontrará ningún peligro. Los cachorros son muy curiosos y querrán investigar cada rincón. Esto es, además, muy sano para ellos porque así se familiarizan con su nuevo hogar.
Revisa las diferentes habitaciones o los lugares en los que estará el cachorro y toma algunas precauciones. Por ejemplo:
Ahora ya sabes qué tienes que tener preparado. Pero esto no es suficiente. A continuación te damos las claves para saber cómo cuidar a un cachorro desde el primer día.
Una vez que has comprobado que tu casa es un lugar seguro para llevar a un cachorro, ya puedes darle la bienvenida. A continuación, te explicamos qué debes tener preparado y cuáles son los consejos sobre cómo cuidar un cachorro que debes tener en cuenta.
Lo más adecuado es que tu cachorro llegue a casa con 2 meses o más de vida. Para ese momento, su madre se habrá encargado de destetarlo y acostumbrarlo a que coma solo. Por lo tanto, solo tendrás que preocuparte de elegir la mejor comida para él y de mantener el comedero y el bebedero separados para evitar las transferencias de contenido de uno a otro recipiente.
Con esto en mente, debes tener en cuenta lo siguiente:
Otro punto fundamental que tienes que considerar cuando aprendes cómo cuidar un cachorro es su higiene. Estos son los aspectos más importantes que tienes que saber:
Ya sabes qué tienes que considerar a la hora de alimentar y mantener la higiene de tu cachorro. Pero ¿qué pasa con su salud en general? Esto es lo que tienes que tener presente:
Después de entender estas tres grandes facetas de cómo cuidar un cachorro, debemos entender también cómo transportarlo de manera segura. Te lo explicamos a continuación.
Entender cómo cuidar un cachorro es importante para saber cómo viajar con él y transportarlo. Esto es algo que requiere precaución y preparación. No pierdas de vista que el primer viaje de tu cachorro puede ser también la primera experiencia que tengas con él. Por eso es importante hacer que el viaje sea seguro y confortable, tanto para el cachorro como para ti.
Para empezar, elige un transportín adecuado. Debe ser lo suficientemente amplio para que el cachorro pueda moverse, pero no tan grande como para que se sienta inseguro. Colocar una manta suave dentro puede hacerle sentir más cómodo y protegido.
Durante el trayecto, mantén el ambiente tranquilo. Evita la música alta y habla con tu cachorro en tono suave para tranquilizarlo. Si es posible, que alguien más vaya junto a él en el asiento trasero para ofrecerle consuelo con su presencia.
Cuando se trata de cómo cuidar un cachorro, crear un vínculo fuerte y positivo es fundamental para su bienestar emocional y desarrollo. Este proceso se basa en dedicar tiempo de calidad, ser consistente en la rutina diaria y emplear una comunicación positiva a través del refuerzo y la empatía.
Es necesario que entiendas que atender a las necesidades individuales de tu cachorro, junto con establecer una rutina de ejercicio, son aspectos clave. En este punto, la paciencia y el amor incondicional son esenciales, ya que construir esta conexión especial lleva tiempo.
Publicado originalmente el 26 de diciembre de 2023, actualizado el 9 de mayo de 2024
La clave está en la paciencia y la supervisión. Comienza con encuentros breves y controlados, permitiendo que se olfateen y se conozcan en un ambiente tranquilo. Asegúrate de prestar atención a las señales de estrés o incomodidad y actuar en consecuencia, separándolos si es necesario. Recompensa a los perros con golosinas o caricias por comportarse bien durante la introducción, reforzando así una asociación positiva.
Las claves incluyen establecer horarios fijos para las comidas crea una rutina que ayuda al cachorro a sentirse seguro y a aprender cuándo esperar su comida. Ofrece la comida dos o tres veces al día, siempre a las mismas horas, y retira el plato después de 20 minutos, independientemente de si ha comido todo o no, para evitar el picoteo y fomentar buenos hábitos alimenticios.
La constancia es tu mejor aliada. Llévalo afuera a los mismos lugares y después de cada comida, siesta o juego. Felicítalo y ofrécele una recompensa cada vez que haga sus necesidades en el lugar deseado. Si tienes un accidente dentro de casa, no lo regañes; simplemente límpialo sin hacer alarde y continúa con el entrenamiento.
Necesitarás un plato de comida y agua, una cama cómoda, juguetes seguros, una correa y un collar con placa de identificación, así como productos de higiene como champú especial para cachorros y cepillos. No olvides los elementos esenciales para el adiestramiento, como premios y posiblemente una jaula o un área designada para que se sienta seguro.
Elige un lugar tranquilo, lejos del tránsito intenso de la casa, donde el cachorro pueda descansar sin ser molestado. Asegúrate de que esté alejado de corrientes de aire y tenga suficiente sombra y comodidad. Un rincón en tu sala de estar o en tu dormitorio puede ser ideal, siempre que mantengas la zona consistentemente tranquila.
Primero, asegúrate de que la comida sea apropiada para su edad y esté fresca. Si el desinterés persiste, consulta al veterinario para descartar problemas de salud. A veces, cambiar la textura o la temperatura de la comida puede incentivarlo a comer. Recuerda que los cambios en la dieta deben hacerse gradualmente para evitar trastornos digestivos.
Elige juguetes diseñados para cachorros, evitando piezas pequeñas que puedan tragarse. Enseña jugando, mostrándole cómo usar los juguetes y recompensándolo por hacerlo correctamente. Evita los juegos bruscos que fomenten el comportamiento agresivo. La supervisión es fundamental para garantizar que el juego sea siempre seguro y positivo.