Si has decidido adoptar un gato… ¡enhorabuena! Vas a compartir tu vida con un animal independiente y cariñoso al mismo tiempo. Con este artículo queremos acabar con la idea de que cuidar a un gato es igual que cuidar a un perro. Tener en cuenta que son animales muy distintos, con diferentes naturalezas, es la clave para dejar de pensar que los gatos son animales ariscos o poco sociables; aquí te contamos cómo cuidar un gato.
Claves para cuidar un gato
Se dice del perro que es un animal fiel, hecho para estar en manada (y, por tanto, en familia), glotón y juguetón. Y, en el lado opuesto, existe la creencia de que el gato es arisco, poco sociable e independiente. Nada más lejos de la realidad. Aunque hay que reconocer que cada animal tiene su propio carácter, a grandes rasgos la clave sobre cómo cuidar un gato es prestar atención a su naturaleza.
Así, conocer qué tipo de juego le gusta, cómo deben estar distribuidos sus espacios o qué significa su lenguaje corporal es clave para cuidarle como merece. Veamos algunos puntos clave que diferencia el trato de los gatos con el de los perros:
Higiene
Aquello de que “los gatos son muy limpios” no es ningún mito. Son muy pulcros y dedican varias horas al día a acicalarse. Su lengua es una especie de peine que le ayuda a mantener a raya posibles olores ajenos: su objetivo es oler solamente a él mismo. Es su forma de sentirse seguro y, a su vez, de marcar territorio, con su propio olor.
Espacios
Muy relacionada con la higiene está la separación de espacios. Donde coma, donde duerma, donde haga sus necesidades… Cada acción debe tener su lugar diferenciado en la casa:
- Comida: encuentra un bol para el agua y otro para la comida. Es importante que estén separados porque puede no beber agua si ha caído una croqueta en ella; o a la inversa: no comer porque esté mojada.
- Agua: los gatos tienden a beber poca agua. Provoca sus ganas de beber repartiendo más de un bol con agua en la casa.
- Arenero: se debe ubicar en una zona tranquila y separada de la zona de alimentación. Si no lo tienes en cuenta puede que tenga problemas de conducta.
- Zona de descanso: una zona de relax es clave: dormirá largas siestas al sol o en una simple caja de cartón, o una manta doblada a conciencia, a ser posible cerca de una ventana... ¡le encantará!
- Zona de juegos: existen rascadores de muchos tipos y formas, pero con tener uno vertical y otro horizontal por la casa es suficiente.
Alimentación
¿Cuál es la comida ideal para tu gato? Debes optar por una alimentación de calidad: la clave de una buena salud. Encuentra una alimentación equilibrada y natural, que le aporte todos los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano.
Otro punto a tener en cuenta en relación a su alimentación es su hidratación. Como no suelen beber demasiada agua, es interesante que de vez en cuando le pongas un bol con comida húmeda para hidratarle sin que tenga que beber tanta agua.
Ocio
El día ideal del gato se puede dividir principalmente en cuatro: dormir, limpiarse, comer y jugar.
- La mayor parte del día la pasan durmiendo: al sol, en el sofá, en una caja, en un cojín, encima de la cama, al lado de una ventana, en una estantería alta… Cada gato encontrará su zona preferida y pasará allí muchas horas.
- El segundo puesto es para la higiene, tan importante para ellos que se convierte en todo un ritual.
- La comida ocuparía el tercer lugar: comen solo cuando tienen hambre, a diferencia de los perros, que suelen ser más glotones.
- Y en cuarto lugar, pero no por ello menos importante, encontramos sus ratos de juego.
A pesar de ocupar este cuarto lugar, el juego es una actividad ideal para crear un vínculo con él y, de paso, hacer que gaste energía y no caiga en el sedentarismo propio de los gatos hogareños. ¿Has probado a jugar con él pero no te ha prestado demasiada atención? No era el momento idóneo. Si le observas, verás cómo te hace saber cuándo quiere jugar.
Eso sí, no esperes que juegue como un perro: los gatos tienen su forma de jugar, adaptada a sus instintos. La base es despertar sus ganas de “cazar”:
- esconde un juguete detrás de ti y déjaselo entrever para que lo “cace”
- coge una caña con una pluma en el extremo y haz ver que se mueve como un pájaro que debe atrapar
- corre detrás de él (o deja que te persiga) y jugad al pilla pilla
Con el día a día, os iréis conociendo y podrás ver que los gatos no piden mucho, ya que si tienen cubiertas sus necesidades, se mantendrán tranquilos y relajados en el hogar. También te animamos a estudiar sus expresiones corporales, ya que con ello verás reflejado el estado de ánimo de tu mascota de esos momentos:
1. La cola es un buen indicador del humor de tu gato:
- si su cola está erguida hacia arriba, está tranquilo y de buen humor.
- si se le abre como un plumero, aléjate porque puede querer atacar o está avisando de que está muy asustado
- el perro mueve la cola cuando está feliz: el gato la mueve como aviso de que algo no le gusta o de que está en plena caza
- una cola que se mueve muy rápido es indicio de que está prestando mucha atención a algo (probablemente a algún insecto que quiera cazar)
2. Sus pupilas también dicen mucho: si están dilatadas es muy probable que esté a punto de saltar (a atacar o a jugar, según el momento).
Después de estos pequeños puntos básicos sobre cómo cuidar un gato seguro que te ves más capaz de entender sus necesidades. Recuerda que una buena convivencia se basa en el respeto y en el conocimiento de cómo son los gatos. Si estudias un poco su comportamiento disfrutarás de una convivencia tranquila y tu gato se integrará como uno más de la familia.