Convivir con una mascota y cuidar de ella tiene muchos beneficios, pero el contacto con perros terapéuticos los aumenta aún más. ¿Quieres saber más sobre su cometido? En este artículo te lo contamos.
Convivir con una mascota y cuidar de ella tiene muchos beneficios, pero el contacto con perros terapéuticos los aumenta aún más. ¿Quieres saber más sobre su cometido? En este artículo te lo contamos.
Convivir con una mascota y cuidar de ella tiene muchos beneficios, pero el contacto con perros terapéuticos los aumenta aún más. Un perro terapéutico es un perro que no convive siempre con la persona a la que ayuda, ya que son animales previamente adiestrados para formar parte de un equipo compuesto por profesionales de la salud y la educación. ¿Quieres saber más sobre su cometido? En este artículo te lo contamos.
¿CÓMO TRABAJAN LOS PERROS TERAPÉUTICOS?
Los perros terapéuticos forman parte de equipos de profesionales del ámbito de la salud o la educación con el objetivo de ayudar en el trabajo del desarrollo físico, cognitivo, emocional y relacional de los pacientes. Este trabajo se realiza a través de sesiones terapéuticas en las que se ayuda a las personas con discapacidades, fobias, depresión o demencias, por ejemplo.
Las actividades que se realizan con un perro terapéutico dependen de las necesidades de cada persona, ya que en función de la situación se trabajan más unos u otros aspectos:
Desarrollo físico
Para trabajar el desarrollo físico con los perros terapéuticos se hacen actividades que requieren que el paciente se mueva para conseguir que el perro haga diferentes acciones. De esta manera se consigue que el movimiento del perro anime a la persona a activarse y así ir recuperando la movilidad.
Desarrollo cognitivo
En actividades para conseguir el desarrollo cognitivo se trabajan aspectos como la memoria, por ejemplo recordando el color, la raza o la edad del perro, o también haciendo tareas como aprender a ponerle su arnés.
Desarrollo relacional
El ámbito relacional se trabaja con actividades que implican el contacto con el perro, pero sobre todo también con otras personas y otros perros, de esta manera se consigue que el paciente tenga una motivación para relacionarse con los demás.
Desarrollo emocional
Cuando un paciente necesita desarrollo emocional, el trabajo que se hace con el perro terapéutico es sobre todo para coger confianza. En estos casos el perro sirve para que la persona se sienta más cómoda a la hora de recordar y hablar de temas que han sido importantes o traumáticos en su vida.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENEN LOS PERROS DE TERAPIA?
Un perro, antes de convertirse en perro terapéutico, debe ser adiestrado para tener una obediencia básica y así poder cumplir las diferentes necesidades que se esperan de él, por eso no cualquier perro puede ser de terapia. Aún así, las condiciones que se deben cumplir para que un perro pueda ser un perro terapéutico no son muy excepcionales. Los perros en cuestión tienen que ser:
- Físicamente no muy grandes para evitar impresionar o asustar a los pacientes
- Que no babeen mucho, por simple razón de higiene
- Dóciles
- Inteligentes y confiables, que sepan lo que tienen que hacer y que transmitan confianza
- Sociables y que les guste el contacto con las personas
- Sanos y fuertes
Cuando un perro cumple estas características es cuando se puede empezar con el adiestramiento en positivo, que hace que el perro aprenda las diferentes acciones y comportamientos que debe tener para acabar siendo un perro terapéutico. El adiestramiento en positivo consiste en enseñar al perro premiando lo que hace bien e ignorando o corrigiendo lo que hace mal. El premio se basa en algo que al perro le guste mucho, como un juguete o su alimentación favorita.
Si crees que tu perro puede tener estas características quizás sea un buen momento para buscar qué entidades u organizaciones de tu ciudad pueden requerir los servicios de un perro terapéutico. Una labor muy noble que le encantará.